Navidades

Exvotos de tema navideño



Cuando era niña, la encargada de poner el árbol y el nacimiento en la casa era mi tía Maya, mujer de mucho ingenio siempre hizo unos nacimientos hermosos, llenos de lagos, cascadas y montañas, aprovechaba al máximo las viejas figuritas de barro y los adornos y luces del árbol, su sueño era hacer un nacimiento cinético y supongo que si hubiera sido en esta época lo habría conseguido, pero en ese entonces no era tan fácil encontrar con que hacerlo y se tuvo que conformar con algunos movimientos de equilibrio, el mecanismo de cuerda de algunos juguetes rotos o con aire de un ventilador para que "volaran" las palomas en sus hilos.
A mi me gusta adornar los árboles de Navidad, pero odio quitarlos, eso de tener que empacar todo de vuelta me resulta muy tedioso, por eso ya casi no pongo árbol, el último fue hace un par de años y era extremadamente minimalista (menos que guardar), tal vez el año entrante ponga uno con adornos mexicanos de hojalata, me gustan ess figuritas de lata que hacen en Oaxaca.

¡Feliz Navidad a todos!

De gatos otra vez

Vodka


A Vodka se le ocurrió empezar con su primer celo justo cuando Tamara y Falconi
salían de viaje, y ante el peligro de que se cruzara con Martini, ya que los dos están demasiado chiquitos y no es aconsejable, decidimos que yo me trajera a Vodka al pueblo, en el viaje en taxi ella venía muy tranquila, nos recibió la Güera pero nunca vio que yo traía a Vodka, la encerré en el estudio, pero quién sabe de donde salió Ito y vino a olerla, ella le hizo fzzzzzzzz! e Ito se retiró frunciendo las orejas. Creo que por un par de días habra que tenerla solita en el estudio, tal vez después le presente mas formalmente a Iño e Ito (por separado y de lejitos).
Ahora ella ya se instaló dentro de un librero, sale por ratos a explorar el nuevo mundo, está facinada mirando por el ventanal, pero si oye ruidos extraños se vuelve a meter a su refugio, supongo que mañana tomará mas confianza.

Diablos de Ocumicho

Diablos de Ocumicho



Mujeres guiandonos

Dentro de una casa de artesanos

casa de Ocumicho

Marcelino era un artesano de Ocumicho a quién le gustaba vestirse de mujer, a el un día se le apareció el diablo y le dijo que lo viera muy bien de frente y de perfil y que hiciera su imagen en barro, Marcelino lo moldeó y sus figuritas del diablo tuvieron gran éxito, desde entonces empezó la tradición de los diablos de Ocumicho.

Cuando llegamos al pueblo no vimos, como en otros, muestras de que ahí se hiciera algún tipo de artesanía, pero las mujeres nos empezaron a seguir y cuando detuvimos el coche nos preguntaron discretamente si buscábamos figuras de barro, así fuimos recorriendo las casas de varios artesanos, ellas nos guiaban y esperaban afuera para llevarnos a la siguiente casa. Las piezas de barro llenas de ingenio y color, cada artesano inventa nuevos temas y nuevos diablos. Como no hay ningún lugar donde vendan comida, Apolonia una de las artesanas mas famosas, nos invitó a comer en su casa un sabroso guisado de carne con tortillas recién hechas.

Ocumicho es un pueblo purhépecha en Micoacán, sus habitantes fueron despojados de sus tierras desde hace unos cuarenta años y aunque Lazarito prometió mediar para recuperarlas, no hizo mas que darles atole con el dedo, así, sin tierras, lo único que tienen para vivir son sus diablos. Las casas en Ocumicho son pobres pero con encanto, algunas de adobe con techo de tejas, otras de madera. La gente es muy hospitalaria y agradable, si tienen oportunidad vayan a comprar algunos de estos estupendos diablitos.

De alacranes y antídotos

Anoche como a las cuatro de la mañana al darme vuelta en la cama me despertó un piquetazo en la cara, pensé "¡alacrán!" e inmediatamente me levanté, pero no vi nada, revisé las almohadas, las sábana y nada, pensé que podía haber sido una aguja, hay veces que coso sentada en la cama, pero de pronto me empecé a sentir muy rara, confundida, la lengua se puso pesada y empecé a salivar, definitivamente alacrán, pensé, me vi en el espejo y tenía ya una bola dolorosa en la sien izquierda. Desperté a mi hermana y ella si encontró al alacrán que estaba en la orilla de la colcha (murió bajo mi zapato el desgraciado) le pedí que me buscara en el botiquín la caja de Avapena, que había comprado justamente para un caso como este al ver que por aquí hay bastantes alacranes. Me empecé a vestir para ir al hospital y el mayor problema fue conseguir un taxi a esa hora, sobre todo porque no podía hablar muy claro, se me trababa la lengua. El hospital mas cercano era el Gea Gonzalez y preguntamos si nos podían atender, me recibieron muy rápido al saber de que se trataba, pero la doctora dijo que no tenían suero anti alacrán porque era muy caro, que había un par de frascos en la farmacia pero solo para los que se estuvieran muriendo, me inyectaron un antihistamínico y como ya me sentía mucho mejor ya ni esperamos la media hora de observación que me dijeron. Yo sabía que los alacranes de por aquí no son muy venenosos, pero aun así me dan mucho miedo (aclaro que pocos animales me dan miedo) y al picarme en la cara de haber sido un alacrán de Durango segurito me mata en cosa de media hora.