De nuevo Real de Catorce

Tamara envuelta como tamal porque hacía mucho frío





Cuando yo supe por primera vez de la existencia de Real de Catorce fue cuando yo era adolscente, mis papás fueron y no se porqué no nos llevaron a mi hermana y a mi, en ese entonces era un pueblo fantasma, abandonado por la gente al agotarse la plata de las minas, pero con el tiempo ha empezado ha tener mucha población flotante, turistas mas que nada y muchos que van a buscar peyote. La verdad es que yo nunca he estado allí, no se porqué, por una u otra razón se me sala el viaje, pero sigo queriendo ir, mas que nada para ver los exvotos de la iglesia de San Francisco de Asis. Mi hija Tamara (esta foto es de hace varios años) ha hecho varios viajes a Real y me ha contado muchas cosas, por lo mismo quisiera ver todo con mis propios ojos, espero un día de estos poder ir, y no, no pienso comer peyote, si no lo hice en su momento ya no lo haré.