miércoles, julio 22, 2009

Soy homo-ludens


Debo confesar que soy ludópata, me encanta el juego, no importa si es de azar o de habilidad. Poker, backamon, scrabble, dados, monopolio, etc, etc. El otro día con un amigo, con quién solía jugar, nos tratábamos de acordar de un juego de cartas al que llamábamos crapé, no se si era su nombre real, era un juego muy rápido y necesitaba mucha agilidad mental, eso lo hacía muy divertido, pero no pudimos recordar ni las reglas más elementales ¡Lástima!
Nos reuníamos un grupo de amigos a jugar los fines de semana, jugábamos sangrienta (una variedad de poker), rara vez perdí, siempre salía con buen dinero (aunque jugábamos con apuestas bajítas) también jugábamos scrabble, o risk, o lo que fuera, hasta hacíamos torneos de backamon. La mayoría de esos amigos ya no están en la ciudad, muchos se fueron a vivir a otro lado, otros murieron, y a casi ninguno de los cuates que quedaron por aquí les entusiasma el juego, así que ahora juego en Yahoo o en Redeletras.
Difícilmente frecuentaría los locales de juegos que han proliferado en la ciudad (gracias a la corrupción de Santiago Creel) porque se que pertenecen a mafias despreciables, aunque no crean que no he sentido un poco de tentación.
¿A ustedes les gusta jugar?

martes, julio 14, 2009

De monjas, libros y cine



Buena parte de mi vida estudiantil fue en colegios de monjas, en cuarto de primaria tuve una monja bastante inteligente como para no no meterse con mis lecturas sin investigar, cuando yo llegaba con un libro que ella podía pensar fuese "inapropiado" me lo pedía prestado "para leerlo" y se lo llevaba al cura (que era un poco más culto que las monjitas) y él se ocupaba de decirle que no había problema, algunos libros que pasaron por esto fueron "El escándalo del Padre Brown" y "La esfera y la cruz" de Chesterton, un libro de Historia de las religiones , un manualito para aprender codigo morse y otros tipos de códigos y por último un libro de lecciones de ruso (por aquello el comunismo), con este último empecé a sospechar que la monjita no los leía y de ahí en adelante empecé a tener más cuidado de lo que llevaba a la escuela.
Siempre fui muy cinéfila, mi papá y yo íbamos mucho al cine, yo amaba las películas de terror, pero veíamos de todo. Ya de adolescente empecé a comprar revistas de cine y tenía una muy preciada colección, no recuerdo porqué una vez me llevé cuatro números a la escuela, se los presté a una compañera y la monja le quitó mis valiosas revistas, yo sabía que nunca las volvería a ver si la monja se las quedaba y entonces planeé con un par de compañeras el robo de las mismas, el plan resultó perfecto y la monja nunca se pudo imaginar como, cuando y quién se las había quitado, es más yo creo que ni se acordó de ellas, porque parte del plan era hacer que una de las compañeras fingiera un ataque de convulsiones y lo hizo tan bien que la monja se llevó un susto tremendo y la chica fue llevada a la enfermería y luego la mandaron a su casa (ella feliz)
En general no me fue tan mal con las monjas porque era una alumna con altas calificaciones, llegué a tener buenas maestras, recuerdo con cariño a la madre Antonia que nos daba música y que un día colgó los hábitos para casarse con otro músico, era bonita y alegre esa monja. Lo malo fue cuando se me ocurrió cambiarme al Anglo Español, esas monjas si eran muy siniestras y ahí empezaron mis problemas.

miércoles, julio 08, 2009

Demasiadas Abejas, tema recurrente







Ya se que ya chole con el floripondio, ya he hecho un par de entradas (o más) sobre el susodicho, pero es que es un miembro importante en el jardín. Todos los años cuando florea vienen abejas (eso también ya lo platiqué) pero ahora el floripondio ha crecido muchísimo, ha formado una cúpula verde fuera de la cocina y ha floreado más que nunca, eso ha hecho que el número de abejas crezca, al salir de la cocina se escucha el bzzzzzzzz bzzzzzz muy fuerte, es casi como si hubiera un enjambre, y si nos descuidamos y se queda abierta la puerta o la ventana la cocina se llena de abejas, no me gusta tener un montón de posibilidades de ser picadas por los dichosos bichos, pero mis opciones no son muchas, o podo el floripondio, cosa que no quiero, o mato a las abejas, cosa que sería muy fea porque no son insectos malos sino que son (como nos han enseñado desde el kinder) insectos-útiles-laboriosos-trabajadores y bla bla bla, o las amaestramos, cosa un tanto complicada, o nos aguantamos el enjambre y sus posibles consecuencias, cosa que será yo creo la mejor opción, ya me han picado abejas anteriormente y es muy doloroso, no puedo imaginar como será que te ataquen decenas de ellas ¡cruz, cruz!
Así que si se enteran que fui atacada por un enjambre, no se culpe a nadie ya que habrá sido mi propia decisión.
La cúpula verde es hermosa, yo amo la luz que se filtra en la transparencia de las hojas, pero creo que habrá que suprimir algunas ramas porque la cocina se ha obscurecido bastante con tanto verdor, el olor por las noches es literalmente embriagador y llena la casa por completo, espero que no nos estemos drogando demasiado con ese aroma.
El año que viene les volveré a contar sobre mi floripondio, no lo duden.
Licencia de Creative Commons
exvotos by Selva Prieto Salazar is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Based on a work at 2.bp.blogspot.com.